Monday, April 25, 2011

PASIÓN EN LA MILAGROSA


Moisés Viretti. Suenan tambores en el huerto del Getsemaní, y en la cercana travesía que a Cristo conducía, la luna reflejaba el duro acero de las mayas protectoras de los cascos de los soldados del Templo.

Niños y madres también curioseaban por los alrededores, por que en el ambiente, algo ocurría que la curiosidad inundaba aquel ecosistema frío de la noche y fresco en la hierba que pisaban sus sandalias. Sin apenas darnos cuenta, la guardia judía ya conducía al nazareno hacia la casa de Caifás entre insultos y agresiones que no cesaban; el mal solo se reflejaba en la cara de estos incomprendidos que según su ideología se consideraba el ejército de Dios en la tierra.

La guardia romana controlaba el caso, sin aun meterse hasta que su procurador diera las primeras instrucciones; la comitiva avanzaba como santa compaña a la luz de una leve antorcha y un gran gentío que solo el caballo controlado por el centurión relinchara por los ladridos de un perro.

Primeros gestos de dolor en pasión que el hijo de Dios tenía que padecer siendo cautivo y abandonado, en el que solo su soga le hacia compañía entre tantos tirones de poca paciencia entre ligerezas de no llegar tan tarde a la casa del Sumo Pontífice.

Al estar cerca de la casa de Caifás, mas soldados judíos llegaban en el que estos aprovechaban en desfilar tras el detenido, para dar grandeza de su ser al imperio romano, en que Jerusalén tiene a la Religión como modo de ser y de vivir.

Los chillidos de dolor por el nazareno ante las incansables burlas que lo empujaban entre puñetazos, latigazos y distintas agresiones, parecieron despertar a su madre, en el que rápidamente sale en busca de su hijo acordándose en ese mismo instante cuando el ángel le anunciaba el nacimiento, y la dura pasión que debía de padecer; solo en esta época costaleros y músicos podrían consolar con su andar entre mecidas de sueño confortante y música de oración a la que tanto sofrío en sus carnes como es la Madre de Dios.

Solo la oscuridad permanecía intocable entre tanto algarabío, y su madre que mas cerca se encontraba ante su hijo, la hierba que pisaba se convertía en nardo con olor a santidad, y como compañía, aquellos amigos de su hijo que ante incontrolables nervios actuaban como capataz de guía en medio de la noche.

Mis pies se quedan dormidos ante el asombro ocurrido y el nazareno se pierde en la lejanía, que es seguido por su madre con manto oscuro y sobretoca de esperanza, y en el cielo de Jerusalén, entre pocas nubes y estrellas parezco ver el futuro de un palio que consuelan a Dios hecho hombre, con la alabanza de Santa Justa y Rufina junto a la Giralda de Sevilla…

‘’A mi amigo Ricardo Almansa’’




























5 comments:

Anonymous said...

magnificas fotografias y detalles.

Anonymous said...

coleta eres un makina..

Anonymous said...

israa que guapas tio,ese es el añoño y el rubio no'?'ole hayyyyy mi coleta de mi armaaaaaaaaa

Anonymous said...

dar las gracias a moises e israel por el articulo y fotografias,un abrazo.

Anonymous said...

israel preciosas,moi er mejor escribiendo hijo,un peaso de abrazo a los dos que sois una maravilla en esto de los articulos y fotografia y no podia olvidarme de felicitar aparte a moises por esa marcha vestidor de sevilla que se escucho en pino montano detras de la virgen del amor,una maravilla por cierto me comentan que estas haciendo otra? y que ira para el barrio de triana??